Cuando
George Lucas negoció la distribución de
Star Wars con Fox, Lucas prefirió sacrificar un
poco de dinero con tal de mantener los derechos para poder
controlar y explotar toda la mercancía relacionada
con Star Wars. Según
señala Steve Sansweet en su libro "Star Wars:
From Concept to Screen to Collectible", George Lucas
se sentía tan cerca de su historia que quería
protegerla, por lo que no quería que apareciera
el nombre de Star Wars en cualquier producto que se le
ocurriera al departamento de mercadotecnia de Fox.
George
Lucas contrató a Charles Lippincott cuando Star
Wars todavía se encontraba en producción
como Vice Presidente de mercadotecnia, liciencias, publicidad
y productos.
No
podemos hablar de los juguetes de Star Wars sin hablar
de Kenner. En 1977 el Presidente de Kenner era Bernie
Loomis. Loomis había sido vicepresdidente de la
línea de ruedas de Mattel hasta que decidió
alejarse del mundo de los juguetes para estudiar un doctorado
y dar clases en la UCLA. Finalmente la compañía
General Mills convenció a Loomis para que regresara
al negocio de los juguetes con las marcas Parker Brothers
y Lionel Trains.
No
fue fácil vender la línea de juguetes de
Star Wars antes de su estreno en 1977. Lippincott asistió
a la Toy Fair de 1977 para ver si alguna compañía
de juguetes se interesaba en fabricar productos relacionados
con la próxima película de George Lucas.
A pesar de varias presentaciones, pláticas privadas,
diapositivas y carpetas con información, tanto
Mattel, Mego y Kenner (las principales compañías
de juguetes de la época) no se interesaron en realizar
juguetes de Star Wars. En aquel tiempo los temas de Ciencia
Ficción estaban pasados de moda y una película
no tenía el soporte necesario para una línea
de juguetes como lo tenían los programas de televisión.
Sin
embargo Lippincott logró obtener una segunda reunión
con Kenner y Loomis reconsideró su posición
y ante la promesa de Fox de una posible serie de televisión
de Star Wars parecida a la de "El Planeta de los
Simios" cambió de opinión y aceptó
abrir una línea de juguetes basada en Star Wars.
Loomis
adquirió los derechos mundiales de juguetes y juegos
basados en Star Wars por 500,000 USD por año como
mínimo.
Los
diseñadores de la línea de Star Wars fueron
Dave Okada, Tom Osborne y Mark Boudreaux, y empezaron
a trabajar contra reloj para presentarle prototipos tanto
a Fox como a George Lucas, quien era el que daría
la aprobación final de todos los productos.
Okada
comentó que desde que supo que trabajaría
en la línea de Star Wars se fue a su casa a empezar
a preparar un prototipo de un Jawa. Además tenía
modelos tanques en toda su oficina para realizar prototipos
de vehículos. La importancia de contar con vehículos
dentro de la línea de juguetes de Star Wars llevó
a Kenner a tomar una decisión que cambiaria el
mercado de las figuras de acción para siempre.
Los
diseñadores de Kenner se dieron cuenta que sería
imposible realizar el Millenium Falcon de Han Solo, nave
importante dentro del Universo de Star Wars. El tamaño
estándar de las figuras de mediados de los 70's
era de 8 a 12 pulgadas. Un Millenium Falcon en estas escalas
costaría cientos de dólares y ocuparía
todo un cuarto.
Una
mañana Loomis llamó a Okada para que se
presentara en su oficina. Loomis señalando un espacio
con su mano utilizando sus dedos pulgar e índice
le dijo a Okada: "Hagamos a Luke Skywalker de este
tamaño" Okada midió ese espacio y eran
3 3/4 pulgadas. Así nació el reinado de
la nueva escala para las figuras de acción, aunque
las figuras solamente contarían con articulación
en la cabeza, brazos y piernas.
El
acuerdo de la licencia para los juguetes de Star Wars
entre Fox y Kenner se firmó en Abril de 1977. Un
mes después miles de niños salieron corriendo
de la premiere de Star Wars a las principales jugueterías
de Star Wars en busca de juguetes, pero no encontraron
nada. Era una pesadilla para Kenner, tanto en sus relaciones
públicas como en las pérdidas económicas
que estaban teniendo. Contractualmente solamente estaban
obligados a tener a la venta un juego de mesa de Star
Wars, pero la gente pedía mas artículos
del éxito taquillero llamado Star Wars.
Kenner
tenía que tomar medidas drásticas para la
temporada navideña, pero ni con la producción
mas rápida se podrían tener listas las figuras
de acción para esa temporada. Otra vez Bernie Loomis
tuvo una solución. Mientras la Navidad se acercaba,
los consumidores encontraron el ahora famoso "Early
Bird Certificate Package", que contenía un
certificado que garantizaba al dueño de este paquete
la entrega de las cuatro primeras figuras de acción
de Star Wars entre Febrero y Junio de 1978. Loomis recibió
fuertes críticas por su "caja vacía",
pero logró que la gente comprara su paquete en
lugar de juguetes improvisados del espacio que trataban
de llenar el hueco creado por la ausencia de jueguetes
de Star Wars.
Desde
1978 hasta 1985 la línea de juguetes de Star Wars
siempre se mantuvo como la más exitosas. Después
de casi 10 años de sequía, Kenner volvió
a vender juguetes de Star Wars en 1995, y hoy bajo la
licencia de Hasbro, la línea de juguetes de Star
Wars es considerada como la más exitosa de todos
los tiempos.